La crianza y reproducción de la raza chihuahua no es fácil, mucha gente tiende a creer que con cruzar un macho y una hembra chihuahua ya está todo el trabajo hecho.
Hay varios puntos a tener en cuenta antes de querer reproducir y criar chihuahuas.
El tamaño de los padres no tiene nada que ver con el tamaño que tendrán los cachorros. Es decir el tamaño de los padres no garantiza, ni cachorros grandes, ni cachorros pequeños. De lo que si estamos seguros en el criadero es que las hembras de menos de 2.5 kg. o 3 kg.
Son más propensas a necesitar una cesárea (a veces cesáreas complicadas) que las hembras que tengan el peso adecuado.
Otra cosa para tener en cuenta fuera del tamaño, es que el chihuahua desde que encuentra en el vientre de su madre ya posee una gran cabeza amanzanada y por esta razón los partos suelen ser difíciles y en un porcentaje muy alto se requiere de una cesárea a tiempo, para esto es muy importante contar con un buen veterinario experto en perros de raza pequeña, pues la anestesia es muy delicada de usar en animales de este tamaño.
Se cree que si cruzamos una hembra con un macho más pequeño que ella, ésta parirá sola sin problemas; es un error pensar de esta manera. Los cachorros podrían heredar genes de algún abuelo o bisabuelo de mayor tamaño, y por esa simple razón puede venir dentro de dicha camada algún cachorro más grande o más pequeño, dificultando que la madre pueda dar a luz con normalidad. Para que un parto natural se dé normalmente se necesita que la hembra dilate bien, que no se agote durante el parto, que los cachorros se coloquen adecuadamente; aspectos de los que no hay forma de estar seguros sino hasta el momento del parto. Por lo tanto, no podemos dar por hecho ni en el mejor de los casos que buscando un semental diminuto, nuestra perrita parirá sin contratiempos.
